
Freire dijo que las mujeres deberían poder decidir sobre "su cuerpo y su vida". "Estoy absolutamente a favor de que las mujeres bien informadas puedan decidir si continuar o interrumpir el embarazo", declaró y acusó a los grupos católicos y pro-vida de difundir discursos "prejuiciosos contra la mujer".
La Ministra se declaró "contraria a la tutela de la mujer por parte del estado, la iglesia y de su marido".
Marco Aurelio Mello, ministro del STF y relator del caso, convocó a organizaciones de la sociedad civil, la Iglesia Católica y el gobierno para que expresen su punto de vista antes de tomar una decisión sobre la legalización del aborto de niños que presenten esta malformación congénita.