Por Matthew Culliman HoffmanLos obispos católicos denuncian intentos de legalizar el aborto eugenésico en Brasil
BRASILIA, 22 de agosto del 2008 (LifeSiteNews.com) – El liderazgo de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos de Brasil (CNNBB) ha emitido una declaración condenando los intentos de legalizar el aborto eugenésico por medio del sistema judicial de ese país.
El caso, que será objeto de una audiencia ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil a partir del 26 de agosto [mañana], decidirá la constitucionalidad de los abortos cometidos contra los bebés anencéfalos, que se desarrollan sin el cerebro completo.
Aunque los bebés que sufren esa anomalía a menudo mueren en el seno de sus madres o poco después del nacimiento, algunos han vivido durante varios años, y han manifestado signos de consciencia.
Los obispos observan que el término “anencéfalo” (textualmente “sin la cabeza”) es incorrecto, porque de hecho esos bebés a menudo sí poseen parte del cerebro intacto, y siempre tienen algún materia neural en el cráneo.
Si estos bebés no tuvieran ninguna materia cerebral, “tal situación fuera completamente incompatible con la vida e incluso con la respiración”, observaron los obispos.
La limitada capacidad del cerebro de estos bebés, sin embargo, “no disminuye la dignidad de la vida humana en gestación”, afirmaron los prelados.
Los obispos también señalaron que Marcela de Jesus Galante Ferreira, una bebé anencéfala que murió recientemente en el estado de Sao Paulo, vivió durante un año y ocho meses a pesar de su condición.
“Durante el tiempo en que Marcela vivía, su pediatra afirmó que ‘la niña es muy activa, reconoce a su madre y llora cuando no está en sus brazos”, dijeron los obispos. “Marcela es un claro ejemplo de que los niños, aunque sufran de esa deformidad, son seres humanos, y como tales, merecen atención y respeto”.
Como ya reportara LifeSiteNews.com hace dos meses, el caso de Marcela Garante Ferreira constituye una prueba de la teoría que los médicos han reconocido durante mucho tiempo, a saber, que las células madres se pueden adaptar a la ausencia de la parte superior del cerebro y proporcionar algún grado de consciencia a un recién nacido anencéfalo (http://www.lifesitenews.com/ldn/2008/jun/08060502.html).
“A pesar de que la anencefalia es considerada una enfermedad congénita mortal, con una longevidad muy limitada, a los fetos que sufren este mal se les debe respetar la vida”, declararon los obispos.
“La vida debe ser protegida como un don y una obligación, aún cuando se presume que su duración será breve. Existe una enorme diferencia ética, moral y espiritual entre la muerte natural y la muerte provocada. El mandamiento se aplica aquí: “No matarás” (Ex 20:13).
Para ponerse en contacto con la embajada de Brasil en su país, visite: http://www.embassyworld.com/embassy/Brazil/Brazil1.html.
