WHEATON, Illinois, 13 de octubre 2011 (Notifam) – Los terapistas que favorecen la normalización de la homosexualidad dicen que es imposible cambiar la orientación sexual, y de que el intento de cambiar es inherentemente dañino. Sin embargo, los resultados finales de un estudio de largo plazo, publicado en una revista de colegas que tuvieron la oportunidad de revisar la data, que se conoce como la Revista sobre la Terapia para la Sexualidad y el Matrimonio (Journal of Sex and Marital Therapy), ahora es parte de cientos de otros estudios en que se concluye que dicha terapia es tanto posible como potencialmente y correctamente indicada para muchos individuos.
Los psicólogos Stanton L. Jones de la Universidad de Wheaton y Mark A. Yarhouse de la Universidad de Regent, en los Estados Unidos de América, son los autores de un estudio longitudinal, en que se les dio seguimiento a los individuos que buscaron un cambio en su orientación sexual por medio de su envolvimiento con una variedad de los ministerios cristianos que están afiliados a Éxodo Internacional.
Los autores comentan que el estudio supera una crítica principal hecha de la data sobre la terapia para las personas con atracción hacia las personas del mismo sexo – esto es, de que los resultados no son documentados de modo adecuado, dentro de un periodo de tiempo – con las evaluaciones hechas a 98 candidatos dentro de un periodo de seis a siete años, luego que la terapia llegó a su fin.
Los resultados obtenidos por Jones y Yarhouse muestran que la mayoría de los candidatos lograron con éxito su meta de cambiar su orientación sexual, y de que el intento no les causó un daño como promedio.
De los 98 sujetos originales, 61 fueron exitosamente categorizados para un resultado general durante su última evaluación. El cincuenta y tres por ciento fueron categorizados con resultados exitosos; específicamente, el 23 por ciento reportó un éxito en la forma de un cambio esencial hacia la orientación y el funcionamiento heterosexual, mientras que un 30 por ciento adicional, reportó que ya no se identificaban como homosexuales, a la vez que mantenían un comportamiento estable en la castidad. Cuando se llegó a la marca de los seis años, el 20 por ciento reportó que adoptaron una completa identificación con la homosexualidad.
Mientras tanto, los autores dicen que la medida de angustia psicológica, como promedio, no reflejó aumentos en una angustia psicológica asociada con el intento de cambiar.
“Estos resultados no prueban que el cambio categórico en la orientación sexual es posible para todos o para cualquiera, sino más bien, de que los cambios significativos dentro de un periodo continuo que constituyen unos cambios reales, parecen ser posibles para algunos”, se aseveró en un comunicado de prensa en el que se anunciaba el estudio. En el comunicado de prensa también se hace hincapié en que “los resultados no prueban que persona alguna experimenta un daño por el intento hecho para cambiar, sino de que el intento, no aparece ser dañino como promedio, o inherentemente dañino”.
El doctor Jones le dijo a LifeSiteNews/Notifam que era probable que el estudio fuese imperfecto por sostener un optimismo a favor de la terapia, dado que no se pudo contar a los candidatos que tempranamente se dieron de baja. Sin embargo, él dijo que el estudio todavía se sale de lo común, por su valor como una evaluación de largo plazo sobre la viabilidad de la terapia para las personas con atracción hacia las personas del mismo sexo.
“El estándar secundario (para los estudios sobre la terapia para las personas con atracción hacia personas del mismo sexo0 es un estudio longitudinal en que se le sigue la pista a las personas repetidamente por años múltiples, y es también un estudio prospectivo en que se evalúa a las personas a partir del comienzo del cambio. Hasta donde tenemos conocimiento, nuestro estudio es el primero en su clase”, señaló por escrito Jones en un correo electrónico enviado hace unas semanas.
“El estándar primario sería de carácter completamente experimental y un estudio longitudinal en que también se estaría, al azar, asignando a los participantes a diferentes grupos de tratamiento con unas terapias sólidamente definidas. Nosotros creemos que dicho estudio, realmente, sería imposible poder llevarlo a cabo”.
Un análisis de más de 100 años de investigaciones en la terapia para la personas con atracción hacia personas del mismo sexo y que no la desean tener, fue publicada en 2009, y que concluyó que la homosexualidad no es inmutable, y que los individuos buscando un cambio podrían beneficiarse con la terapia. El informe, fue publicado por la Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la Homosexualidad (National Association for the Research and Therapy of Homosexuality/NARTH) e incluyó a 600 informes preparados por analistas, investigadores, y pasados clientes, que habían sido publicados en las principales revistas de profesionales y de colegas que tuvieron la oportunidad de revisar la data.
Aunque la Asociación Psicológica Americana (American Psychological Association) desalienta que los profesionales de la salud mental ofrezcan una terapia de reorientación sexual, como parte de la posición oficial del grupo sobre dicha terapia, se asevera que existe “una evidencia insuficiente” bien sea para probar o desacreditar la práctica de la misma.
La homosexualidad fue desclasificada como un desorden mental en 1973 en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales (Diagnostic and Statistical Manual for Mental Disorders/DSM), el estándar universal para la clasificación de las enfermedades mentales, pasados años de un cabildeo de alta intensidad ejercida por los activistas a favor de los derechos de homosexuales. El cambio suscitó una alteración en la política pública en las otras asociaciones profesionales de alto rango, las cuales ahora, de modo uniforme, se oponen a la terapia para las personas con atracción hacia las personas del mismo sexo.
El doctor Robert Spitzer, quien estuvo a cargo del cambio realizado en la DSM, revertió su posición sobre la terapia para la personas con atracción hacia las personas del mismo sexo y que no la desean tener, cerca de 30 años más tarde, para apoyar ahora dicha terapia, basándose en sus propias investigaciones.
Cobertura relacionada de Notifam:
Otros enlaces:
Versión del original en inglés:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario