20 de octubre de 2011 (Notifam) – La oración, la perseverancia y el poder de los centros de ayuda a la mujer embarazada son el tema del mensaje de hoy.
Después de hablar en un banquete en un centro de ayuda a la mujer embarazada en el Estado de Michigan en los Estados Unidos de América, esta semana me enviaron esta historia desde la ciudad de Grand Rapids. Esta asombrosa historia muestra lo que puede ocurrir cuando una vigilia de 40 días por la Vida trabaja con un centro de embarazo para salvar vidas que de otra manera se convertirían en estadísticas.
“Este es el día que hizo el Señor”, leemos en el Salmo 118. “¡Alegrémonos en él y seamos felices!”
Una joven mujer visiblemente molesta y su madre acababan de salir del centro de aborto en el que está transcurriendo la vigilia de la Campaña 40 Días por la Vida – y se dirigieron hacia uno de los voluntarios en oración.
A ella le habían aconsejado abortar porque tenía dificultades en su vida.
Después de una breve discusión, las dos mujeres parecieron interesadas en la oferta de una ecografía gratuita en un centro local de atención de embarazos. Pero había dos desafíos a afrontar: en primer lugar, que eran las 8:30 de la mañana – y el centro de ayuda a la mujer embarazada no abría hasta las 09:00 de la mañana.
Los voluntarios decidieron llevar a desayunar a la joven y a su mamá, lo cual les ayudaría a calmarse un poco, y les permitiría esperar hasta que se abrieran las puertas en el centro de ayuda para la mujer embarazada.
El segundo desafío pareció un poco más formidable. Si bien estaba disponible un ecógrafo, no parecía que no estaba disponible ningún técnico que pudiera operar el equipo.
Por eso todos se fueron al centro de embarazo a esperar – y orar.
Antes que transcurriera una hora, llegó otra pareja llegó al centro de aborto. Se les había dicho que abortaran a su bebé a causa de posibles discapacidades.
Tenían dudas sobre lo que podría ocurrir con ello, por eso también les ofrecieron una ecografía gratis.
“¿Pueden hacernos la ecografía en este mismo momento?”, preguntó la pareja.
Casi al mismo tiempo, otra pareja llegó a una cita. Ellos tenían problemas financieros importantes, y también se les había aconsejado que abortaran. “Y sí”, dijo el voluntario, “también la pareja número tres quiso hacerse una ecografía gratis”.
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Mientras tanto, en el centro de ayuda a la mujer embarazada, un auto había entrado al estacionamiento. Ninguno de los voluntarios reconoció el auto, del que salió una mujer. Tampoco la reconocieron.
Ella se acercó y se presentó. “Soy una técnica de ecografía y no tengo nada que hacer hoy”, dijo ella. “¿Saben ustedes de alguien que quiera utilizar mis habilidades?”
“¡En serio”, dijo el voluntario. “¡Así de simple!”
Ese día tres mujeres jóvenes vieron imágenes de ecografías de sus bebés. Y a pesar de todas las razones que había impulsado a cada una de ellas para que abortaran, cada uno de ellas eligió la vida para sus hijos.
Cada una de estas madres tiene un largo camino por recorrer y muchos desafíos por superar. Pero han dado un primer paso maravilloso. Por favor, ténganlas presentes en sus oraciones y pidan a Cristo que las guíe en su camino.
“Antes que yo conociera las dificultades de este día, Dios había planeado que nuestras necesidades fuesen satisfechas”, dijo una participante de la vigilia de 40 Días por la Vida. “Tres parejas que habían planeado poner fin a las vidas de sus hijos continúan con su embarazo hoy a la noche. ¡Alabado sea Dios!”.
Ella agregó que la abrumadora sensación “es la de la humildad personal y el temor de nuestro Dios, que hizo tanto hoy. ¡Qué bendición! Esta noche alabamos y honramos al Creador. ¡Él ha hecho cosas maravillosas!”.
Publicado originalmente en inglés en el sitio cibernético de la Campaña 40 Días por la Vida (Campaign 40 Days for Life)
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